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Las mujeres los prefieren brutos

Julio Mérida
29 abr 2015
3 Min. de lectura

Probablemente si eres mujer estás leyendo esto con el pensamiento en mente de "eso es mentira" y a la expectativa de rebatir cualquier argumento que pueda dar, y estarías probando mi punto: a las mujeres les gusta y a la vez no les gusta que le lleven la contraria. Un tipo complaciente las aburre, pero a un testarudo lo detestan.

No pretendo competir con Isabella Santo Domingo, autora de "Los caballeros las prefieren brutas", libro que tengo que admitir es bastante acertado cuando lo lees a fondo. Quien lo haya leído sabe que no se refiere a mujeres brutas intelectualmente hablando, sino a que sean sumisas y a veces se hagan las que sobrenecesitan la ayuda de un hombre porque saben que esto refuerza su seguridad en sí mismo; caso contrario con las mujeres que se jactan de decir que son totalmente independientes porque los repelen totalmente, o en el mejor de los casos atraen hombres que busque sexo casual, aunque tal vez ese sea su objetivo. El hecho es de que la premisa que propongo de "las mujeres los prefieren brutos" tampoco se refiere a brutos intelectualmente, sino a que no pretendan desnudar la consciencia femenina y ser los ganadores de cada discusión. Desde que la mujer es ciudadana, vota, estudia, trabaja y la ley la protege de la violencia doméstica, se ha convertido en la que manda en las relaciones por medio del chantaje sexual: cada vez que se molesta se suspende el sexo, forzando al hombre a pedir disculpas incluso cuando no tiene que hacerlo. Las mujeres saben cuando están exagerando o cuando ellas tienen la culpa de algo pero no les gusta salir perdiendo, y a veces arriesgan relaciones por ese orgullo tonto. Como son las más susceptibles, luego de pasar la rabieta son las que más sufren la separación mientras el hombre tal vez vaya pensando "menos mal que salí de esa loca", así que en el fondo realmente lo que querían era que el hombre doblara su posición para salir ganando y continuar su "hermosa" relación, y una condición necesaria para que esto se dé es que el hombre en cuestión no se ponga a estar analizando mucho si tiene la razón o no, sino que patalee un ratico para no rayar en lo complaciente y luego le otorgue a ella la razón. Muchas mujeres se riegan la tradición y manejan la línea de pensamiento de "si te quiere volverá llorando", y es allí donde yo digo que prefieren su brutico que no esté compitiendo por ser el dueño de la razón y más bien se dedique a estar complaciendo sus caprichos morales y temperamentales. ¿Qué pueden hacer los hombres ante esta situación? Lo mismo que hacen las mujeres a las que va dirigido "Los caballeros las prefieren brutas": hacerse los brutos. ¿No quieren problemas? Hagan el show de que patalean un ratico y den la razón antes de que llegue a mayores, mejor capitular pronto a que les den un 'sex suspention' porque igual se van a estar disculpando después. Es eso o ponerse a cazar esas mujeres razonables que quedan por ahí que saben admitir cuando han sobrerreaccionado y les importa mucho el sexo como para estarlo suspendiendo por tonterías. Mi consejo para las mujeres es que no forcen mucho la situación, no den por sentado que el hombre les va a aguantar lo que sea para que no tengan nada que lamentar luego. No pongan a prueba su paciencia que se pueden llevar sorpresas desagradables y a veces dolorosas. Y a todos les digo que para relaciones saludables y felices piensen menos en quién es el dominante, y más en quien es el más atento/a. Las mejores relaciones de pareja son unas competencias de quien consiente más a quien.